Comprende 1700 m² construidos sobre un terreno de 935 metros cuadrados y fue sede de Colo-Colo los siguientes 51 años hasta su remate en 2004 producto de la quiebra del club. El «Mausoleo de los viejos cracks» data de diciembre de 1958, y fue construido por iniciativa del exjugador de Colo-Colo Guillermo Subiabre con el objetivo de dar descanso a futbolistas destacados en la historia del club. En 1957, después del largo período de ausencia, el equipo nacional de mayores de Colombia encabezado por el nuevo entrenador Pedro Ricardo López reanudó su participación en el Campeonato Sudamericano 1957, donde viajaron a Lima para jugar en el torneo.