Una de las primeras técnicas utilizadas para tratar las fibras fue el afieltrado, surgido en Asia Central, consistente en peinar la lana o el pelo de animales, humedecerlos y colocarlos en hileras sobre una esterilla que luego se enrolla y se golpea con un palo, con lo que se unen las hebras y resulta un fieltro flexible y duradero, que se puede cortar y coser fácilmente. Otro método, intermedio entre el afieltrado y la tejeduría, consistía en cortar tiras de corteza -sobre todo de higuera o morera- que, una vez remojadas, sudadera real madrid se colocaban en tres capas -la central a contraveta- y se golpeaban con un mazo; una vez unidas las hebras se les aplicaba una capa de aceite.