En época republicana surgió la subúcula, una túnica que podía ser de dos tipos: dalmática, con mangas, o colobium, sin mangas. Encima llevaban una toga, una capa semielíptica drapeada según la ocupación: estrecha para los filósofos, ceñida para los guerreros, con una banda púrpura para sacerdotes y magistrados. Aunque generalmente no se cubrían la cabeza, a veces llevaban un gorro sin ala llamado pileus y, en ocasiones, usaban el gorro frigio; también usaban una capucha llamada cuculus, bien como prenda independiente o unida al manto.