En el centro de Europa se pusieron de moda los trajes acuchillados, con aberturas en las articulaciones para permitir los movimientos, en un conjunto de pantalones abombados y jubón con faldones hasta las rodillas, generalmente abierto en su parte delantera para mostrar la camisa, que solía ser fruncida o bordada en oro. El corpiño solía ser estrecho y escotado, y la falda fruncida; este conjunto se complementaba con sombreros, guantes, redes para el pelo, chandal madrid abanicos y joyas.