Tanto hombres como mujeres llevaban falda como única prenda en la mayoría de las ocasiones, sujetada con un cinturón o una faja; generalmente era blanca, a veces con listas longitudinales o dibujos de adorno. En tiempos antiguos, los hombres se tapaban con un faldellín o calzón corto, circunstancia que compensaban con una gran multiplicidad de adornos corporales. Esta cultura influyó en los llamados b-boys -bailarines de breakdance-, así como a los artistas callejeros del grafiti, que se caracterizaron por el uso de pantalones y camisetas holgados.