Se valoraba cada vez más la funcionalidad, el uso de una vestimenta que, sin renunciar a la elegancia, fuese práctica. Por otro lado, Katherine Hamnett introdujo en 1979 el uso de pantalones vaqueros rotos, chandal entrenamiento real madrid una tendencia que aún perdura. Las clases bajas y la incipiente burguesía llevaban un taparrabo, una camisa, pantalones hasta la rodilla y una casaca. Los samuráis usaban en actos oficiales un traje de dos piezas (suo) elaborado de batista, inspirado en las armaduras de guerrero.