Durante el Paleolítico el ser humano vivió una época de glaciación, por lo que el motivo principal de cubrirse era protegerse del frío. Tras cazar al animal y procurarse su piel, se encontraba con dos problemas fundamentales: hacerla flexible, ya que al secarse la piel se endurece; y darle forma, para adaptarla a los movimientos del cuerpo. La historia de la indumentaria comienza con la aparición del Homo sapiens, que en principio se cubrió de pieles de los animales que cazaba.