También podían cubrirse la cabeza con un velo o pañuelo y los hombres con un turbante, o bien llevaban distintos tipos de tocados y adornos para el pelo. Lo austero del vestido se suplía con múltiples adornos, tanto en hombres como mujeres, como collares, aretes, diademas, charreteras de oro y perlas, ceñidores de muslo, aros de oro para antebrazos y pantorrillas, etc.