Otra tipología fue la robe de style, un vestido de cuerpo tubular y falda de campana, que se llevaba como traje elegante para el día o informal por la noche. Se buscaba un estilo personal alejado de los dictados de los grandes modistas, en el que se valoraba la imaginación y la novedad. Se llevaban las sedas y las telas de chintz bordadas y estampadas, con predominio del diseño cartouche, una concha en la que se insertaba otro dibujo, natural o arquitectónico.