Estuvieron de moda los cinturones ricamente decorados, de los que pendían dagas y bolsillos. Igualmente, escribía columnas sobre moda en Good Housekeeping y Harper’s Bazaar. La mayor transformación se dio hacia 1350 en el traje masculino, que se volvió más llamativo y fue objeto de mayores cambios de moda que el femenino. En este país surgió el tipo del charro, como se denominaba a los jinetes de los estados del centro-oeste, vestidos con un traje generalmente negro decorado con bordados y costuras en hilos de oro y plata, o bien unas aplicaciones de ante denominadas grecas, compuesto por una chaqueta tipo bolero, un moño de tela al cuello, pantalón decorado con botones de alpaca, oro o plata, botas y sombrero de charro, de copa alta y ala ancha; también puede llevar un mantón (sarape) al hombro.