Asimismo, en el vestido intervienen factores climáticos y geográficos, así como sociales -el vestido como reflejo de una determinada posición social-, morales, religiosos o sexistas -el vestido ha servido a menudo como objeto de diferenciación sexual-. Las mujeres llevaban la cota, una túnica larga interior escotada y ceñida al cuerpo, y un vestido exterior sin mangas y de larga cola (surcot), con aberturas para los brazos muy largas (fenêtres d’enfer, «ventanas del infierno»); encima llevaban un corpiño corto, chaqueta real madrid de rico paño y bordado en oro.